HISTORIA DEL MAIZ
El origen exacto del maíz actual (Zea mays) es algo que, incluso en nuestros días, no ha llegado a esclarecerse plenamente. Existen dos corrientes distintas con respecto a su origen. La primera y más extendida sitúa su origen en una evolución del teosinte, cultivo anual que posiblemente sea el más cercano al maíz. La segunda tendencia cree que se desarrolló a partir de un maíz silvestre hoy desaparecido. Gracias a la datación por medio de Carbono 14 realizada sobre espigas de maíz encontradas en yacimientos arqueológicos del Valle de Tehuacán se ha sabido que el maíz era consumido en México hace 7000 años. Las mazorcas de aquella época se diferenciaban considerablemente de las que conocemos hoy en día. Medían entre 3 y 4 cm. de longitud y tenían escasa cantidad de granos cada una. Unos 1000 años después este maíz primitivo ya estaba domesticado. La evolución natural y las capacidades agrícolas de los indígenas precolombinos transformaron progresivamente esas pequeñas mazorcas salvajes en algo más parecido a lo que conocemos actualmente.
El maíz era un alimento básico de las culturas indígenas americanas muchos siglos antes de que los europeos llegaran a América. En las civilizaciones maya y azteca jugó un papel fundamental en las creencias religiosas, en sus festividades y en su nutrición.
En tiempos precolombinos se cultivaba desde Chile hasta Canadá. En el año 1604 se inició su cultivo en España. Debido a su productividad y a su fácil adaptación al medio, el cultivo del maíz se extendió rápidamente en la dieta popular. Durante el siglo XVIII el cultivo se difundió de forma gradual por el resto de Europa, primero por los lugares de clima más cálido del Mediterráneo y posteriormente por la Europa septentrional. Es el único cereal proveniente del Nuevo Mundo. Actualmente se cultiva en la mayoría de los países del mundo siendo la tercera cosecha más importante después del trigo y el arroz.
Hoy en día el maíz se utiliza como fuente fundamental en la nutrición tanto de seres humanos como animales. Es además una materia prima indispensable en la fabricación de productos alimenticios, farmacéuticos y de uso industrial. Los granos, las hojas, las flores, los tallos,.... todo es aprovechado para la fabricación de multitud de productos: almidón, aceite comestible, bebidas alcohólicas, papel, edulcorante alimenticio, pegamentos, cosméticos, forraje, levaduras, jabones, antibióticos, caramelos, plásticos e incluso, desde hace poco, se emplea como combustible alternativo a la gasolina, más económico y menos contaminante.
Una de las principales características de las culturas mesoamericanas continua siendo, hasta nuestros días, el empleo variado y predominante del maíz como nutrimento básico; principalmente, en las comunidades indígenas que organizan su vida comunitaria en torno a la agricultura
ORIGEN DEL MAIZ
El origen de la planta del maíz sigue siendo hoy un misterio, por más que los estudiosos se estén esforzando por aclararlo desde diferentes puntos de vista. Solamente podemos afirmar que era el alimento básico de las culturas americanas muchos siglos antes de que los europeos llegaran al Nuevo Mundo.
Durante mucho tiempo se vio como su único congénere cercano el Teosinte, un probable antecesor, como todavía siguen sosteniendo algunas autoridades en la materia. Sin embargo Mangelsdort y Reeves presentaron variadas pruebas de que el teosinte no es sino producto de hibridación del maíz y el trípsaco, aparecido
probablemente después de cultivarse el maíz.
«La historia del maíz —dice Schery en "Plantas útiles al hombre"— se pierde en la noche de los tiempos. Es tan diferente el maíz de cualquier planta silvestre conocida, que es imposible considerar cualquier especie actual como antepasada suya. En efecto, la planta se ha seleccionado para grano y otros productos, y hoy no sobreviviría si el hombre no la plantase y cultivase. Y viceversa, puede decirse que el hombre del Nuevo Mundo tampoco hubiera podido permitirse descuidar el maíz, ya que era la materia alimenticia básica en casi toda América antes del descubrimiento de Colón. Las autoridades en la materia no están de acuerdo en cuanto al lugar de origen del maíz, aunque la mayoría coinciden en que se extendió desde el centro de los Andes, en el noroeste de América del Sur, y acaso (¿más tarde?), desde el otro centro, al norte de América Central y México. Hay otra teoría sobre la posibilidad de que el maíz pueda haber cruzado el Pacífico tropical, desde el área de Burma, con los pueblos navegantes, para lanzarse a su carrera espectacular desde la costa peruana. Es posible que nunca sepamos cómo fueron los verdaderos comienzos de esta importante gramínea, pero en los tiempos históricos la vemos progresar rápidamente hasta el día de hoy, en que el mundo depende de muchos millones de toneladas de un cereal que no puede existir sin el cultivo.»
Excavaciones geológicas y arqueológicas y dataciones por el método del Carbono 14 realizadas sobre espigas de maíz encontradas en cuevas indican que uno de los tipos de maíz primitivo era consumido en México hace ¡7.000 años!. Los procesos de mutación, selección natural y en masa de los indígenas americanos, transformaron progresivamente ciertas variedades salvajes de maíz en plantas cultivadas. A partir de la década de los 30 (del siglo pasado), el desarrollo del proceso de hibridación del maíz ha dado lugar a un incremento espectacular de la producción de este cereal.
jueves, 9 de octubre de 2008
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